Cantad al Señor, aleluya;

Cantad al Señor, aleluya. (2)

Cantad al Señor un cántico nuevo,

cantad al Señor toda la tierra.

Señor ten piedad,

ten piedad, ten piedad.

Cristo ten piedad,

ten piedad, ten piedad.

Señor ten piedad,

ten piedad, ten piedad.

Gloria, Gloria a Dios en el cielo,

y en la tierra paz, y en la tierra paz

a los hombres que ama el Señor. (2)

Por tu inmensa Gloria

te alabamos, te bendecimos,

te adoramos, te glorificamos;

te damos gracias

Señor Dios, Rey celestial,

Dios Padre Todo poderoso.

Gloria, Gloria a Dios. . .

Señor, Hijo Único, Jesucristo

Señor, Dios, Cordero de Dios,

Hijo del Padre.

Tú que quitas el pecado del mundo

ten piedad de nosotros;

Tú que quitas el pecado del mundo

atiénde nuestra súplica.

Porque sólo Tú eres santo,

sólo Tú Señor, Tú altísimo

Jesucristo.

Con el Espíritu Santo

en la Gloria de Dios Padre;

Amén, amén, amén.

Aleluya, aleluya, alelyua, aleluya (2)

Oh Señor, te entregamos

nuestra vida, nuestro don,

a Tí dueño de las mieces

recíbelos por tu gran amor.

Pan de los trigales,

vino de las viñas,

hoy te presentamos

como ofrenda ante tu altar.

Los anelos y esperanzas,

el trabajo y el dolor,

a tí Padre te ofrecemos

recíbelos por tu gran amor.

Pan de los trigales . . .

Pan y vino es nuestra ofrenda

Cristo las transformarás

en tu cuerpo y en tu sangre

recíbelos por tu gran amor.

Presentamos pan y vino

ofrenda de gratitud,

caminamos dando gracias,

hasta llegar a tu altar.

Con amor y esperanza,

y alegría de vivir,

todos juntos como hermanos

caminamos hacia Tí.

Presentamos pan y vino. . .

Este pan y este vino

que hoy venimos a ofrecer,

hechos cuerpo y santre tuyos

nos los vas a devolver.

Presentamos pan y vino. . .

Nos convidas Señor a tu mesa

y eres nuestro manjar,

bajo el signo del pan y del vino

hoy tu cuerpo y tu sangre serán.

Que alegría hospedarse en nuestra tienda

recibirte en abrazo y comunión

y dejar que tu fuego nos encienda

en hoguera de amor el corazón

Nos convidas Señor a tu mesa . . .

Comulgar es amar a los hermanos,

compartir entre todos nuestro pan;

comulgar es vivir el evangelio

y por Cristo dejarse transformar.

Nos convidas Señor a tu mesa . . .

Como ciervos sedientos a la fuente,

agua viva venimos a beber,

del constado de Cristo manan ríos

de agua y sangre que sacian nuestra sed.

Nos convidas Señor a tu mesa . . .

Con el vino y el pan de Euciaristía

nos preparas, Señor, un gran festín,

el banquete de pascua es profecía

del banquete que nunca tendrá fin.

No fijéis los ojos en nadie mas que en Él,

No fijéis los ojos en nadie mas que en Él,

No fijéis lo ojos en nadie mas,

No fijéis lo ojos en nadie mas,

No fijéis los ojos en nadie mas que en Él.

No esperéis en nadie en nadie mas que en Él,

No esperéis en nadie en nadie mas que en Él,

No esperéis en nadie en nadie mas,

No esperéis en nadie en nadie mas,

No esperéis en nadie en nadie mas que en Él,

No adoréis a nadie a nadie mas que en Él,

No adoréis a nadie a nadie mas que en Él,

No adoréis a nadie a nadie mas,

No adoréis a nadie a nadie mas,

No adoréis a nadie a nadie mas que en Él,

Porque solo Él nos puede sostener,

Porque solo Él nos puede sostener,

No fijéis lo ojos en nadie mas,

No fijéis lo ojos en nadie mas,

No fijéis los ojos en nadie mas que en Él.

Llama viva para mi esperanza,

que este canto llegue hasta tí,

seno eterno de infinita vida,

me encamino, yo confío en tí. (2)

Llama viva para mi esperanza. . .

Toda lengua, pueblos y naciones

hallan luces siempre en tu Palabra.

Hijos, hijas, frágiles, dispersos,

acogidos en tu Hijo amado.

Llama viva para mi esperanza. . .

Dios nos cuida tierno y paciente,

nace el día, un futura nuevo.

Cielos nuevos y una tierra nueva.

Caen muros gracias a tu Espíritu.

Llama viva para mi esperanza. . .

Una senda tienes por delante,

paso firme, Dios sale a tu encuentro.

Mira al Hijo que se ha hecho hombre

para todos, Él es el camino.

(TODOS)

Somos un nuevo pueblo,
soñando un mundo distinto,
los que en el amor creemos,
los que en el amor vivimos.

Llevamos este tesoro,
en vasijas de barro,
es un mensaje del cielo,
y nadie podrá callarnos.

Y proclamamos, un nuevo día,
porque la muerte, ha sido vencida.
Y anunciamos esta buena noticia,
hemos sido salvados,

por el Dios de la vida.

En el medio de la noche,
encendemos una luz,
en el nombre de Jesús. (2)

Sembradores del desierto,
buenas nuevas anunciamos,
extranjeros en un mundo,
que no entiende nuestro canto.

Y aunque a veces nos cansamos,
nunca nos desalentamos,
porque somos peregrinos,
y es el amor nuestro camino.

Y renunciamos, a la mentira,
vamos trabajando por la justicia.
Y rechazamos, toda idolatría,
pues sólo creemos en el Dios de la vida.

En el medio de la noche,
encendemos una luz,
en el nombre de Jesús.(2)

Que nuestra canción se escuche,
más allá de las fronteras,
y resuene en todo el mundo,
y será una nueva tierra.

Es un canto de victoria,
a pesar de las heridas,
alzaremos nuestras voces,
por el triunfo de la Vida.

Y cantaremos, con alegría,
corazones abiertos, nuestras manos unidas.

Celebraremos, un nuevo día,
hemos sido salvados,
por el Dios de la vida.

En el medio de la noche,
encendemos una luz,
en el nombre de Jesús. (2)